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La importancia del fuego.
El descubrimiento del fuego ha
sido determinante en el desarrollo de
la humanidad, aunque en el mundo
actual no le demos la importancia que
merece, salvo cuando somos incapaces
de controlarlo. Sin entrar a valorar las emocional, espiritual y mítico que
hipótesis respecto a su hallazgo, lo
cierto es que desde el primer momento
quedó constatado su poder, resultando
un elemento idóneo para ser codiciado,
temido, respetado y adorado.
La relevancia del fuego abarca
aspectos variados, relacionados sobre
todo con el desarrollo vital cotidiano
de los seres humanos. Pero centrándonos
en el estudio etnológico desde la
perspectiva de las creencias, hallamos
una considerable cantidad de temas
de indispensable análisis para poder
comprender mejor la condición mística
que se le confiere. Una condición que,
como sucede en el resto de los casos
donde la naturaleza es objeto de culto
y adoración; ha sido aparentemente
racionalizada en la actualidad, aunque
la realidad sea muy distinta.
Hoy en día centralizamos su
importancia benéfica en base a la
necesidad que tenemos de él para
cocinar alimentos, proporcionar calor,
ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 50, Vigo, 2018.
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etc.; y la negativa, en forma de los
destrozos que causa a través de
incendios y demás catástrofes. De ese
modo centralizamos su importancia
de acuerdo con nuestras necesidades
físicas y materiales, minimizando e
incluso obviando el componente
desde tiempo inmemorial se le confirió
por pura necesidad.
¿Significa esto que esa necesidad
ha desaparecido?
Aparentemente sí, pero la realidad
es muy distinta. Aunque se muestra
de manera instintiva, todas las religiones
que todavía conservamos tienen una
conexión significativa con el fuego;
si bien su presencia se ha convertido en
algo tan cotidiano que se ha “olvidado”
el verdadero valor que siempre tuvo.
Sin embargo, solo es preciso acercarse
a las imágenes frecuentes que se
asientan en nuestra mente desde la
niñez para comprender que, por ejemplo,
la presencia de las llamas en las que
arden los pecadores en el infierno, las
velas que se ponen a santos y vírgenes
en diferentes lugares religiosos, la
iluminación en forma también de velas
y candiles que se supone que llevan
las procesiones de muertos y muchas