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       En la leyenda ¡Es raro! cuenta       su padre en edad temprana y la de
en detalle una historia, que bien           su madre poco tiempo después. Al
podríamos interpretar como la suya          menos su hermano Valeriano era un
propia:                                     buen hermano y un mejor amigo.
                                            No nos consta más relación con los
       “Esta historia parece un cuento,     demás hermanos que tuvo, al ser
pero no lo es: de ella pudiera hacerse      separados en diferentes entornos tras
un libro; yo lo he hecho, algunas           la muerte de su madre.
veces en mi imaginación. No obstante,
la referiré en pocas palabras, pues                Y aquí encontramos otro campo
para el que haya de comprenderla            semántico que es la soledad. En la
todavía sobrarán algunas215”.               leyenda El Caudillo de las manos rojas,
                                            escribe:
       “Si yo tuviese alguien a quien
querer con toda mi alma! ¡Una mujer,               “¿Viene ansioso de encontrar
un caballo, un perro siquiera! Después      la soledad, único bálsamo de las
de obtener todo esto, yo soy casado,        penas que el resto de los hombres
quise a mi mujer, la aprecio todavía, me    no comprende?... ¿Viene a buscar la
parece; tuvo lugar entre nosotros un        soledad? Imposible. La soledad es el
disgustillo doméstico, que por su           imperio de la conciencia217”.
publicidad exigía una reparación por
mi parte, sobrevino un duelo…. Desde               En la leyenda Los ojos verdes,
entonces dejé de hacer vida común           escribe lo siguiente:
con mi esposa… Cuando estoy en
Madrid, vivo con ella, pero como dos               “Todo allí es grande. La soledad,
amigos… Es natural216”.                     con sus mil rumores desconocidos,
                                            vive en aquellos lugares y embriaga
       Así nos damos cuenta que             el espíritu en su inefable
Bécquer vivió muy aislado, a pesar          melancolía218”.
de estar rodeado de gente. Quizás su
infancia fue truncada por la muerte de             En la leyenda El rayo de luna,
                                            el personaje, Manrique, habla de la
                                            soledad como de un amor:

215 BÉCQUER, G. A., Op. cit., p. 295.       217 BÉCQUER, G. A., Op. cit., p. 254.
216 BÉCQUER, G. A., Op. cit., pp. 202-203.  218 BÉCQUER, G. A., Op. cit., p. 136.

ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 50, Vigo, 2018.
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