Page 78 - ArtyHum 50

ArtyHum 50 77
la pasión pudo florecer. Pero una mujer
de carne y hueso, con actitudes y
expectativas sexuales propias, era más
de lo que un joven poeta podía manejar. encuentro sexual con los hombres; lo
Obedeciendo a una abnegación casi
perversa, a Breton le produjo más
placer:
“[...] haber negado la
omnipotencia de su encanto que
haberla poseído finalmente133”.
El placer consciente en André
se asociaba al sometimiento y a la
obediencia hacia la prohibición.
Pese a y paradójicamente la
negación a satisfacer a la mujer fálica
también le proporcionaba el placer
omnipotente indirecto de destituir a la edad, conoció a Jacques Vaché un año
madre omnipotente.
A Breton le resultaba mejor
acompañarse de hombres que de
mujeres. Su pasión se hacía presente
cuando él y Paris se escribían:
“En un tiempo en que nada de
lo que solía monopolizarme permanece,
tu recuerdo, te lo juro, está entre lo
más querido ¿puedes creerlo? Nunca
le había dicho esto a nadie”, había
escrito en septiembre.
133 Ibídem, p. 40.
ArtyHum Revista de Artes y Humanidades, ISSN 2341-4898, nº 50, Vigo, 2018.
www.artyhum.com
Limitándose a decir ahora “sólo
la amistad es divina y hermosa134”.
Breton no desea experimentar un
que le fascina es tocar la sensibilidad
femenina en ellos; una sensibilidad
que su madre no poseía. Buscar esa
sensibilidad en mujeres, le costaba
trabajo pues ellas representaban a la
madre. Es importante entonces señalar
que la búsqueda de Breton en la
sensibilidad de los varones a través de
la expresión del contenido inconsciente
es una manera de tocar lo femenino;
es una manera de alcanzar lo materno
que le fue vedado en un principio.
Cuando Breton tenía 15 años de
mayor que él. Se trataba de un joven,
elegante de cabello rojo con arrogancia
estudiada y distante. Este encuentro
sucedió cuando Vaché llegó al hospital
para curarse de una herida en una
pierna. Durante su estancia en el
hospital deslumbró a las enfermeras
dibujando a hombres que tenían
aspecto distinguido en medio de escenas
de guerra. Jacques-Pierre Vaché nació
en el seno de una prominente familia
bretona el 7 de septiembre de 1895, hijo
134 Ibídem, p. 40.